Editorial.
La crisis, la grieta y el escepticismo.
Por Ricardo J. Cornaglia.
En su casi cien años de vida, la Federación Argentina de Colegios de Abogados ha convocado dieciocho Conferencias Nacionales.
La inminencia de la XIX Conferencia, a llevarse a cabo en La Plata, los días 23, 24 y 25 de abril del 2019, actuando como Colegio anfitrión el de esa ciudad, encuentra a la sociedad pasando por una de esas cíclicas crisis económicas, que los argentinos enfrentamos al borde de la desesperanza.
Ochenta y un colegios públicos y tres asociaciones que integran a la Federación madre tienen un compromiso al que no pueden eludir.
Deben debatir sobre “El acceso a la justicia y el rol de la abogacía”.
No será fácil enfrentar al tema cuando el desempleo y trabajo basura aumentan día a día y la inflación es un fantasma que no deja de abandonarnos, amenazando tornarse en hiper. Hacerlo cuando los informes estadísticos oficiales reconocen que durante el 2018, el valor real de los salarios decreció en un 12 por ciento. Y cuando es evidente que la burocracia judicial se tiene que enfrentar a su propia corrupción y la de los más altos funcionarios del Estado y los más encumbrados empresarios y ejecutivos y lo hace con la parsimonia propia de los temerosos.
Por supuesto, el tema es alcanzado por la crisis, la grieta que se sigue agravando y el fanatismo que incuba la gravedad de la situación. Estudiando sus causas, comparando nuestra experiencia nacional con la del mundo en su actual encrucijada y advirtiendo el torbellino de los cambios de una cultura que arrasa en su banalidad consumista, tendremos que superar el peligro del escepticismo que nos paraliza.
Que los abogados en estado de asamblea, puedan debatir pese a la crisis, grieta, fanatismo y escepticismo, no corresponde a un escapismo cobarde.
Poner a prueba las falencias del servicio público del que somos también responsables como meros auxiliares, implica un deber.
Ya deja de ser suficientemente importante quien tiene la mejor razón o cuál es la razón conducente. Lo que importa es el estudio y trabajo común. El humilde trabajo en común, que nos comience a fortalecer poco a poco.
Puede que esta conferencia no se transforme en una feria exhibicionista de vanidades, y culmine en una serie de conclusiones valederas, constructivas, ejemplares.