291.- Un baño de humildad necesario. Editorial La defensa, julio 2020. - RJCornaglia

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Editorial. Revista  La Defensa del IDEL-FACA, julio del 2020. No. XLV. (www.ladefensa.com.ar)

Un baño de humildad necesario
Por Ricardo J. Cornaglia.

Los 99 años cumplidos sorprenden a la Federación Argentina de Colegios de Abogados inmersa la Argentina en una crítica situación sanitaria y económica. Formando parte de una globalización que viene transformando a los Estados Nación, en los términos en que se los admitía en el siglo XX y coloca a cada hombre enlazado comunicacionalmente con el resto de humanidad, formando parte de una de las civilizaciones que perduran, conviven y confrontan.
Todo ello cambia las condiciones de existencia de las profesiones, los gremios, los partidos políticos y las instituciones sociales. Está cambiando la República y sus instituciones andan a los tumbos, corriendo tras la historia que se precipita vertiginosamente. Dejan de cumplir las funciones para las que fueron creadas.
Si el desafío pasa por cada ser humano, lo cierto es que los cambios conflictúan, aunque son necesarios para no perecer, desarrollarse y subsistir. En ese contexto, faltan abogados en condiciones de ejercer las defensas necesarias que la hora requiere, aunque sobren diplomados universitarios. Porque cada vez se hace más difícil la función de asistir al hombre para que supere sus problemas y con el peligro de transformarse en un factor más, de agravamiento de los mismos. Y el abogado siempre tendrá un título a prueba. Medido en la medida de su conducta moral y su sensibilidad humana y social.
¿Cómo defender al hombre de su propia capacidad auto destructiva? ¿Cómo defenderlo de los peligros que él provoca? ¿Cómo hacerlo cuando la economía y la política se muestran inútiles para la propia supervivencia? ¿Cómo hacer que la burocracia que responde al postulado de la eficiencia no pase a gobernarnos demostrando que la democracia por sí sola ni cura, ni educa, ni alimenta?
Por lo pronto con un baño de humildad necesaria, porque para poder defender bien, mejor es comprender nuestras limitaciones.
Luego aferrándose a la cuota de libertad que permite existir con dignidad, cuando las condiciones objetivas nos aherrojan.
Comprendiendo que nuestro pasado nos obliga y las deudas que contraemos deben ser honradas en la justa medida de las causas de las mismas. La interna y la externa. La de representación auténtica. La de las promesas electorales incumplidas. La que mantenemos con la democracia como forma de vida y razón de poder. La que nos reencuentre con la división de los poderes. La que acompañe hasta la muerte, si es necesario.
Para poder vacunarnos a tiempo y poder llegar al siglo sería buena que la Federación Argentina de Colegios de Abogados, organice para el año entrante, su Conferencia Nacional de Abogados y asuma en la misma un tema tan trascedente como el “Debido proceso, el acceso a la justicia y el rol del defensor”. ¿Cómo organizarla?
Como sea posible y de cara a la adversidad.
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