Revista La Defensa, del IDEL-FACA. Editorial marzo del 2022.
Editorial
UCRANIA. La invasión
Por Ricardo J. Cornaglia
La Argentina a la que nos debemos, surgió de un proceso de liberación del imperio español en decadencia, emergiendo luego de rechazar la invasión del poderoso imperio inglés en expansión, que supo de la humillación y el fracaso de la armada considerada invencible.
Como Nación, somos lo que somos, con sus más y sus menos, en la medida que tomamos distancia de dos imperios y comenzamos un contradictorio proceso de liberación y afirmación nacional en la que nos resta camino por recorrer.
La invasión de Ucrania, por parte de la federación Rusa, nos enfrenta con la coyuntura de una tercera guerra mundial. Y sería inmoral y de estúpidos que miráramos para otro lado, diciendo: “Yo, argentino”.
Nadie escapa a este compromiso ético ineludible.
Y ahora cobra sentido una oración laica que el presidente Hipólito Yrigoyen, formuló ante el presidente estadounidense, Herbert Hoover, con motivo de inaugurar la línea que comunicó telefónicamente a la Argentina con Estados Unidos de Norteamérica, cuando Sandino, (el general de los hombres libres), libraba una cruenta lucha contra la política intervencionista y arrasadora de esa Nación, en centro américa. Dijo: los hombres deben ser sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos, …”. El mensaje tenía sentido sólo para quienes quieren y pueden entender.[1]
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), única herramienta jurídica, débil herramienta del derecho internacional actual, ordenó hace pocos días al gobierno ruso a suspender inmediatamente todas sus operaciones militares en Ucrania, en un veredicto en La Haya, procesando la demanda presentada por el gobierno de Ucrania.
Ucrania asegura que Rusia malinterpreta la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un tratado de 1948 firmado por ambos países, debido a que Moscú ha justificado la invasión en base a un presunto genocidio de la población ruso parlante.
El Tribunal internacional adoptó la medida cautelar que la razón impone, cuando en tres semanas de conflicto, más de tres millones de personas, en su mayor parte niños y mujeres, ya han huido de Ucrania, desde que las tropas rusas invadieron sus fronteras.[2]
Si la CIJ, no logra que Rusia acate su decisión, debe en cumplimiento de sus deberes acudir al Consejo de Seguridad de la ONU y siendo el rebelde uno de los cinco miembros permanentes del mismo, con poder de veto, nuevamente, se advierte que la prepotencia de la fuerza humilla a todos y viene acompañada de crímenes de lesa humanidad. Y esto es válido para juzgar a cualquier Nación que guarda propósitos propios del expansividad imperialista.
Cuando corría el año 1986, Estados Unidos bloqueó una solicitud en el Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se exigió que cumpliera una orden de la CIJ y dejara de apoyar a la Contra, que operaba para derrocar al Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua.
Un orden de naciones que esté sometido a principios de desigualdad en su trato, es una representación arbitraria de la democracia.
Claro que un mundo sin democracia, puede ser real, pero termina siendo caótico. Cuando todo indica que en la realidad la fuerza prima, pero la realidad solo es el reino del caos, es que se advierte los valores de la democracia como factor de orden. Sin ella todo se reduce al poder en la punta del fusil.
Si como pueblo tuvimos razón de ser en la resistencia a una invasión, como nación tenemos el deber de resistir a todas las invasiones y alinearnos en consecuencia. No por la conveniencia, sí por el compromiso que crea ser fiel a los principios que orientan nuestra existencia.
La FACA declaró lo mínimo que tenía que declarar. Sus colegios y asociaciones tienen el deber de profundizar la cuestión y La Defensa la de ofrecer sus páginas, para en debate que a todos nos concierne y en el que los hombres del derecho no pueden dejar de expresarse. Algún día comprenderán que necesitan de un medio federativo que albergue lo mejor de que pueden sentir y expresar el conjunto de la abogacía. Allí estaremos.
[1] La Época comentando ese primer diálogo telefónico que tuvo un presidente argentino con otro norteamericano, publicó un editorial, titulado “Un mensaje para la humanidad”. La Nación, por su parte, expresó que Yrigoyen había estado “fuera de tono”. La Prensa criticó despectivamente: “...Es difícil averiguar cuáles son los credos del primer magistrado, desde que no los expresó jamás...”. Lo cierto es que Hoover, atenuó la aplicación de la doctrina Monroe y abandonó la política del gran garrote (big stick) aplicada en la etapa anterior por Theodore Roosvelt, no sin antes haber invadido Cuba y haberse apropiado de Puerto Rico y Las Filipinas.
[2] A pedido del doctor Rolando Gialdino, difundimos los comunicados de la Corte Internacional de Justicia, al que se puede acceder en francés o inglés. Ver: https://www.icj-cij.org/fr/communiques-de-presse